domingo, 26 de outubro de 2014

Una mujer que clama

Caddy Adzuba, premio Príncipe de Asturias de la Concordia, se afana en denunciar las sistemáticas violaciones que sufren las mujeres en República Democrática del Congo
Caddy Adzuba con Chema Caballero nunha charla en Sant Boi de Llobregat
El pasado 3 de septiembre, el jurado del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2014, reunido en Oviedo, decidió conceder el galardón a Caddy Adzuba “como símbolo de la lucha pacífica contra la violencia que afecta a las mujeres, la pobreza y la discriminación, a través de una labor arriesgada y generosa”. Este lacónico comunicado no dice mucho sobre la ganadora y la situación a la que se enfrenta a diario en su país, la República Democrática del Congo (RDC), donde se produce la violación sistemática de los derechos humanos.
La población de la RDC lleva más de 20 años soportando a diario todo tipo de violencia. Asesinatos, saqueos y violaciones constituyen el día a día de miles de mujeres y hombres ante la indiferencia del gobierno y de la comunidad internacional. Además, la mayoría de los responsables de estos crímenes nunca son juzgados. El que estas personas se libren de la justicia tiene como consecuencia, entre otras muchas, que se instale una cultura de impunidad en el país, que que fomenta que continúe la violencia y, en definitiva, que fracase el Estado de derecho.
En mayo de 2011, un informe, dirigido por Amber Peterman, fue publicado en el American Journal of Public Health con el título de Sexual violence against women in the Democratic Republic of the Congo: Population-based estimates and determinants. En él se dice que más de 1.100 mujeres son violadas cada día en la RDC, lo que hace que la violencia sexual contra mujeres sea 26 veces más común que lo que se pensaba antes del estudio. Basta un dato para comprobar ese desfase. Más de 400.000 mujeres y niñas de entre 15 y 49 años fueron víctimas de abusos en el país durante un periodo de 12 meses entre 2006 y 2007. Las estadísticas de Naciones Unidas para ese mismo espacio de tiempo recogían solo 15.000 casos. Y la cifra podría ser mayor, pues el estudio no tiene en cuenta a las menores de 15 años ni a las mayores de 49, tampoco habla de la violencia sexual contra niños y hombres.
En otro informe publicado el 22 de enero de 2012, Human Rights Watch afirma que la situación no ha cambiado y se sigue registrando un gran número de violaciones, cometidas tanto por miembros del ejército como de grupos insurgentes. A las mismas conclusiones llegó un estudio elaborado por la oficina de Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos y la Misión de la ONU en la RDC (MONUSCO). Estas y otras investigaciones ponen de manifiesto la extensión de los abusos sexuales contra las mujeres en el país africano.
Una voz que clama
Son varias las activistas congoleñas que trabajan para dar a conocer esta situación. Una de ellas es Caddy Adzuba que lleva años denunciando la violencia sexual a la que son sometidas las mujeres y niñas de su país. Ella es periodista, licenciada en Derecho por la Universidad Nacional de Bukavu (RDC), y trabaja en Radio Okapi, la emisora de la Misión de las Naciones Unidas en la RDC. También es miembro de la Asociación de Mujeres de Medios de Comunicación del Este del Congo, gracias a la cual se han presentado alegaciones ante la Corte Penal Internacional y el Senado de los Estados Unidos de América advirtiendo esta realidad desde el inicio del conflicto en RDC. Adzuba también está involucrada en proyectos de desarrollo y promoción de valores humanos para niñas en la ciudad de Bukavu.
La periodista utiliza la radio como vehículo para apoyar a las mujeres de su país, darles voz y recordarles que no están solas. Algunas de las víctimas de abusos sexuales se han convertido en activistas que luchan junto a Adzuba y ayudan a otras que pasan situaciones similares a las que ellas han vivido.
La premiada denuncia que estas agresiones tienen como objetivo acabar con la estructura social del país, para así poder dominar mejor a la población.
El pasado seis de octubre, mientras tomamos un café antes de comenzar una charla conjunta ante 300 estudiantes de bachiller en Sant Boi de Llobregat (Barcelona), dentro de la iniciativa Ciutats constructores de pau, me contaba —sin perder su permanente sonrisa— que por su trabajo y su denuncia su vida corre peligro. Me decía que una vez tuvo que huir de su país y refugiarse en casa de unos amigos que viven en Granada. Después de un par de meses no pudo resistir estar lejos de las mujeres de la RDC y decidió regresar: “Sentía dentro de mí que mi lugar estaba junto a ellas, que tenía que seguir denunciando la violencia en la que viven y trabajando para ayudarles a salir de ella”. A pesar de que sus amigos le propusieron pedir asilo político en España, y llegaron incluso a esconderle el pasaporte para obligarla a quedarse más tiempo aquí, ella escuchó a su corazón y volvió a Bukavu donde sabía que estaba su misión, sin importarle lo que le pudiera pasar.
Cuando empezamos la charla, ella pidió a los alumnos que les enseñasen sus móviles. El alboroto que se formó fue grande, todos alzaban las manos para mostrar sus teléfonos, algunos los encendía para que se vieran mejor. Adzuba preguntó: “¿son smartphones?” La gran mayoría gritó que sí. Ella continuó: “¿Qué tienen vuestros teléfonos dentro que viene de mi país?” Se escuchó alguna voz diciendo “cobre”, pero la mayoría de los chavales sabían muy bien la respuesta, coltan. Los talleres previos a la charla organizados una semana antes desde la Concejalía de cooperación, solidaridad y paz del ayuntamiento de la ciudad los había puesto sobre aviso. “Sí, es coltan”, siguió Adzuba. “¿Sabéis que para que vosotros podáis tener esos teléfonos tan bonitos, en mi país muchas personas mueren, muchos niños y niñas son secuestrados para ser utilizados como soldados y muchas mujeres y niñas son agredidas sexualmente todos los días?”. El silencio que se creó lo decía todo. Ella continuó describiendo la situación  al Este de la RDC porque le gusta aclarar que su país es muy grande y no todo él está en guerra. Al terminar su charla volvió a preguntar: “¿Pensáis que es justo que para que vosotros tengáis esos teléfonos tan bonitos muchos niños y niñas de vuestra misma edad tengan que sufrir tanto?”
Los minerales financian el conflicto de la RDC
Adzuba es muy clara, y no se cansa de denunciar que son las materias primas, los minerales principalmente, los que están detrás del conflicto en el Este de la RDC: “Solo hay guerra en aquellas zonas donde hay minerales”.
Así lo ponen de manifiesto diversos documentos. En la actualidad, además del coltan, el oro se ha convertido en una de las principales “exportaciones ilegales” de la zona, como señala el informe del Grupo de expertos de la ONU sobre la RDC de enero de 2014. En 2013, 400 millones de dólares en oro salieron de la RDC con destino a Uganda y otros países vecinos. El precioso metal, luego continúa su camino hacia Oriente Medio y Europa, mientras que el coltan, del que la RDC tiene el 88% de las reservas mundiales, se distribuye por todo el planeta.
Los expertos de la ONU insisten, una vez más, en que el contrabando de minerales es la fuente principal de financiación de los conflictos bélicos que asolan el este del país.
Lucha contra la impugnidad
El informe de los expertos de la ONU, citado anteriormente, recomienda que el Consejo de Seguridad imponga sanciones a los países que están implicados en la explotación sistemática de los minerales del este de la RDC, principalmente Ruanda, Uganda y Zimbabue.
Caddy Adzuba es muy fuerte en este punto y denuncia la impunidad con que operan los grupos armados en la zona, los cuales tienen el objetivo final de controlar los minerales congoleses. Pero advierte igualmente de los abusos por parte del propio ejército congoleño, ya que miembros del mismo participan en operaciones ilegales y comenten las mismas violaciones de derechos humanos que los rebeldes, como las agresiones sexuales a mujeres y niñas, entre otras.
Adzuba pone de manifiesto la responsabilidad y culpabilidad de los líderes y políticos de la región de los grandes lagos que están sacando beneficio del conflicto en la RDC, pero no se para ahí.
Al final de una mesa redonda en la que participó el pasado 13 de octubre en La Casa Encendida de Madrid, alguien del público le comentó haber echado en falta cualquier crítica directa al presidente de Ruanda, Paul Kagame, que, según opinaba él, es el verdadero responsable de lo que sucede en la RDC.
Caddy contestó que Kagame no es el último responsable de lo que sucede en su país, que él no deja de ser una marioneta más en manos de Estados Unidos y Reino Unido, principalmente, que le apoyan y le mantienen en su puesto para que sus empresas se beneficien de los recursos naturales del Congo. Por eso, piensa Adzuba, hay que llevar ante la justicia internacional a los políticos y a las empresas occidentales que son los principales beneficiarios del conflicto de su país.
En la lucha contra la impunidad de los responsables del conflicto de la RDC, Caddy, acompañada de varios grupos de mujeres del este de la RDC, se han presentado ante la Corte Penal Internacional y ante el Senado de los Estados Unidos para pedir justicia. Fruto de este activismo es la llamada Ley Dodd-Frank de reforma de Wall Street y protección del consumidor, aprobada por el Congreso estadounidense en 2010. Esta norma tiene como fin intentar mejorar la transparencia de las empresas y ayudar a los compradores e inversores a tomar decisiones más informadas. Está principalmente dirigida al comercio y la explotación de minerales de la RDC y los países vecinos, porque reconoce que el uso empresarial de estos minerales sirve para financiar a los grupos armados participantes en el conflicto.
Comentaba este gran paso con Caddy en un taxi que nos llevaba a otra charla en Castelldefels durante las jornadas de Ciutats constructores de pau. Ella estaba de acuerdo con que era un gran logro y sin embargo decía que al gobierno estadounidense le falta fuerza y voluntad para implementar la ley en su totalidad. “La situación sobre el terreno no ha cambiado mucho desde que se aprobó, los minerales siguen saliendo de igual forma que antes de la ley. En la actualidad, nosotras estamos inmersas en una campaña de documentación de los aviones que llegan a la zona transportando armas y regresando cargados de minerales. Proceden de todas las partes del mundo”. También compartió que uno de sus miedos es que esta ley se anule ya que la Cámara de comercio de Estados Unidos y otros grupos empresariales lo están intentando desde antes de su aprobación.
Empoderar a las mujeres
El objetivo final de Caddy Adzuba es empoderar a las mujeres para que ellas mismas se conviertan en activistas de su causa, a través del encuentro con las víctimas y el acompañamiento en su camino de sanación, de la denuncia y de la búsqueda de justicia.
Por ello, es firme defensora de las Resoluciones 1325 (2000) y 2122 (2013) del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que reconocen que la guerra afecta a las mujeres de manera diferente que a los hombres y reafirman la necesidad de potenciar el rol de las mujeres en la adopción de las decisiones referidas a la prevención y la resolución de los conflictos.
Aboga para que más y más mujeres participen en los mecanismos de toma de decisiones de su propio país y a nivel internacional y sobre todo, para que sean también protagonistas en los procesos de paz.
Mujer fuerte
Caddy me comentaba, en otro de los momentos compartidos en el interior de un taxi, que espera que la concesión del Premio Príncipe de Asturias sirva para dar a conocer la realidad de tantas mujeres y niñas (y niños) en el este de la República Democrática del Congo y en tantas otras partes del mundo. Y que el Gobierno español se implique en la resolución de este conflicto sabiendo que la causa de toda esta violencia está en los recursos naturales y la avaricia de las empresas por controlarlos.
También confiesa que, como es muy tímida, tiene mucho miedo a la ceremonia y al protocolo que rodea al acto de entrega del premio ya que le han comentado que es muy rígido. Y ella, dice, no se desenvuelve bien en ese mundo tan lejano al que tiene que enfrentarse todos los días.
Esto último no me lo creo mucho después de haber convivido con ella un par de semanas. No tiene miedo a nada ni a nadie y nunca se aparta de su camino de denuncia a pesar de los muchos contratiempos. Cuando el 3 de octubre llegó al aeropuerto de Barcelona para participar en las jornadas de Ciutats constructores de pau procedía de Turquía, donde había estado participando en una reunión de la ONU. El avión aterrizó en El Prat a la una de la madrugada. Ella era la única africana entre el pasaje y los policías del control de aduanas la retuvieron durante horas acusándola de que su pasaporte era falso.
Al día siguiente, sin apenas haber dormido estaba lista frente a los periodistas. Impartió las charlas como si nada hubiera pasado. Le dije que podía haber indicado a los policías que mirasen en Internet quién es ella, la ganadora del último Premio Príncipe de Asturias de la Concordia. Ella sonrió, como siempre, y dijo que estaba tan cansada que no pensó en eso, pero que estaba segura de que podía convencer a los policías de que su pasaporte no era falso y de que todo se solucionaría, como felizmente sucedió.
Posiblemente, es esta convicción de que todo puede ser distinto si se trabaja por ello lo que otorga a esta mujer la fuerza que tiene y desprende. Por eso, sin dejar que la violencia que rodea su vida la intimide y que las amenazas de muerte le paren los pies, Caddy continúa su lucha sin miedo.

mércores, 22 de outubro de 2014

Exposición fotográfica "Mulleres saharauis, unha mirada de xénero ao Sáhara"


A Asociación de Mulleres Saharauis en España (AMSE) trae a Santiago de Compostela a súa exposición fotográfica itinerante: "Mulleres saharauis, unha mirada de xénero ao Sáhara"

A inauguración será este venres 24 de outubro ás 12:00 no Museo Pedagóxico de Galicia.
A mostra poderase visitar do 24 ao 31 de outubro no seguinte horario:

De martes a sábado: de 10.00 a 14.00 e de 16:00 a 20:00 (Domingos e festivos pechado)



Dia da Biblioteca 2014


martes, 21 de outubro de 2014

Un neno saharauí de 13 anos, vítima do sistema ao vivir en España cunha familia de acollida


Álex Méndez Pontevedra / La Voz- 10 de outubro de 2014
A historia de Mohamed Fadel ilustra claramente as disfuncións dunha norma imperfecta se se aplica de xeito estrito. Este mozo saharauí, de 13 anos, empezou a pasar tempadas en España dentro do programa Vacacións en Paz no 2007. E, desde o ano pasado, durante o curso escolar reside en Cuntis cunha familia de acollida, regresando no verán ao campamento de refuxiados onde viven os seus pais e irmáns.
O proceso para que Mohamed puidese asentarse na vila pontevedresa non foi sinxelo, xa que a súa familia tivo que loitar para conseguirlle un visado de estudante que finalmente logrou con pasaporte alxerino, dado que o Sahara non ten capacidade para emitilo. E superado este escollo, hoxe cumpre con todos os requisitos legais en España, ao contar con cartón de residencia.
Apaixonado polo fútbol, desde que vive aquí milita no Atlético Cuntis, co que xogou o ano pasado. Con todo, agora, tras facer a pretemporada co resto dos seus compañeiros, a semana pasada recibiu a confirmación de que non podería disputar a primeira xornada, despois de que a federación rexeitase tramitarlle a ficha por non cumprir os requisitos esixidos pola FIFA. O problema é que, segundo esta, non é válida a firma dun titor legal como é a súa nai de acollida, a pesar de que esta si é válida para o resto de trámites da súa vida diaria.
O coordinador do Atlético Cuntis, Iván Castro, explicaba onte ao redor deste caso particular que estaban a contar co apoio da Federación Galega de Fútbol, aínda que sen que esta lle ofrecera ata o momento ningunha solución definitiva.
Respecto desta cuestión, o delegado federativo en Pontevedra, Jaime Otero, recoñece que, dado o especial status do Sahara, o problema é que «se non tivo ficha nun equipo do seu país antes dos 12 anos, non poderá xogar nunca ao fútbol fóra del segundo esta norma». Precisamente, a situación que se dá no caso de Moha, que ata a súa chegada a España nunca pertencera a ningún club.
Ante isto, a súa nai de acollida, Teresa Núñez, critica a incongruencia do marco legal. «Xogar nun equipo para el é o máis», explica. En cambio, ao non ter ficha, probablemente terá que deixar tamén de adestrar cos seus compañeiros, ao non estar asegurado. Un problema que, para Teresa, vai incluso máis aló do puramente deportivo, xa que «é un neno que morre por xogar, e o fútbol era unha maneira de integrarse porque é moi tímido», lamenta.

xoves, 16 de outubro de 2014

Marruecos expone cien años de arte contemporáneo en flamante museo de Rabat


Rabat, 8 oct (EFE).- Cien años de arte marroquí se exponen desde hoy en el Museo Mohamed VI de arte moderno y contemporáneo, que ayer fue inaugurado por el rey en una pomposa ceremonia, pero solo hoy abrió sus puertas a un grupo de visitantes y mañana lo hará al gran público.
El museo recoge 400 obras con lo más representativo del arte nacional entre 1914 y 2014, entre las que abunda la pintura, pero dando cabida a esculturas, fotografías, vídeos, montajes y hasta a instalaciones hechas a partir de basura.
Nunca antes se había emprendido una retrospectiva tan ambiciosa ya no de un artista, sino de todo un país a través de sus artistas: en total, 200 nombres del arte marroquí, unos consagrados y otros desconocidos, han tenido acogida en este museo, el primero y único creado en el Marruecos independiente con criterios modernos.
La exposición durará seis meses, que servirán de "rodaje" para un museo que quiere codearse con las grandes salas de Europa y América, pero que todavía carece de fondos propios o de un sistema de financiación que permita imaginar cómo creará su propia colección, según reconoció Mehdi Qotbi, director de la flamante Fundación Nacional de Museos, que gestionará el lugar.
Las obras expuestas en esta imponente muestra han sido prestadas durante estos seis meses por los más importantes coleccionistas de arte marroquí, como son la Fundación ONA, la Fundación Atijjariwafabank o los hermanos Belfekih, que ayer fueron condecorados por el monarca por su contribución al desarrollo del arte en el país.
La muestra relata la evolución marroquí del arte contemporáneo desde 1914, fecha en la que se puede datar la aparición de obras "firmadas", expresión individual de una persona, hasta la actualidad y recoge prácticamente todas las grandes tendencias mundiales del arte contemporáneo.
Pintura figurativa, expresionismo, onirismo, simbolismo, arte naif, naturalismo o materialismo: el visitante puede observar que los artistas marroquíes han bebido de todas las tendencias contemporáneas, además de cultivar las genuinamente árabes, como puede ser la caligrafía en juego con el color y las formas.
Junto a salas más "clásicas" con obras de los artistas ordenadas por décadas cronológicas, la originalidad de la muestra actual radica sobre todo en el "parking" subterráneo, que ha sido "inutilizado" y convertido en un inmenso almacén donde se muestra lo más atrevido y rompedor de la escena contemporánea protagonizada por los autores más jóvenes.
El museo ha querido ser un homenaje a los "grandes" del arte marroquí como Chaibiya, Jilali Gharbaoui, Meriem Meziane, Ahmed Cherkaui, André Elbaz, Hasan Glaui, Mohamed Kacimi o Farid Belkahia, que dan todos ellos nombre a salas del lugar.
Uno de los detalles que más críticas ha suscitado ha sido la concepción arquitectónica del edificio: con una factura nada contemporánea y lleno de arcadas, columnas y una decoración lobulada en los muros, recuerda más bien a los grandes monumentos medievales marroquíes, con motivos que la artesanía marroquí repite hasta la saciedad.
Preguntado por lo "anacrónico" de un edificio tan clásico para acoger obras tan contemporáneas, el arquitecto salió hoy a defenderse con un argumento contundente: "Es un encargo dictado por el rey Mohamed VI y hecho a su voluntad, (para que fuera) un edificio identitario".
El rey Mohamed VI pasa por ser uno de los grandes animadores del mercado artístico en Marruecos: un reciente artículo aparecido en una revista lo definía como el mayor comprador de obras contemporáneas y, por ende, es el que marca las tendencias del mercado, poniendo su índice real en los artistas que "valen".
Una vez inaugurada la muestra y el museo, quedan en el aire muchas preguntas: ¿cómo se financiará el museo?, ¿cómo adquirirá sus obras?, ¿cómo garantizará su continuidad?, ¿cómo se relacionará con otros museos a los que se quiere parecer?, preguntas que no fueron respondidas en la presentación de hoy.
Y sobre todo, y tal vez la principal: ¿cómo hará para atraer a los marroquíes a disfrutar de sus propios artistas y a pagar por ello?.

mércores, 15 de outubro de 2014

TINARIWEN






Tinariwen é un grupo musical tuareg de Mali. Aparece por primeira vez en 1982 e durante a rebelión tuareg dos anos noventa as súas cancións foron himnos moi reivindicativos e esperanzadores.
A partir de 1992 empezan a actuar en varios festivais pero será no 2003 cando se fan coñecidos en Occidente tras o seu paso polo primeiro Festival Do Deserto (Le Festival au Désert), en Essakane.
Despois de 35 anos de traxectoria e seis discos, Tinariwen é unha banda consagrada no efervescente panorama musical maliense.

O seu último traballo titúlase “Emmaar”. Para saber máis podes pinchar aquí.


A música de Tinariwen é rítmica, contemporánea, intensa, dinámica... É somerxerse no manto da area nocturna do deserto. 



"Toumast Tincha" by Tinariwen from the album 'Emmaar,'


TINARIWEN - ISLEGH TAGHRAM TIFHAMAM 

luns, 13 de outubro de 2014

XII Edición do Festival de Cine Euroárabe Amal




O Festival Internacional de Cine Euroárabe Amal cumpre a súa XII edición en Santiago de Compostela. Proxectaranse nove películas de éxito internacional relacionadas co mundo árabe e tamén se organizarán distintas actividades paralelas.

A primeira proxección deste edición (luns 13, 22h.) será Returns to Homs, coprodución siria-alemá dirixida por Talal Derki. Trátase dun documental bélico que narra a guerra de Siria en oitenta minutos. A peza obtivo o Gran Premio do Xurado no Festival de Sundance e máis recentemente o de mellor película nunha nova edición do DocsBarcelona.


Se queredes ler máis sobre o festival podedes visitar a súa páxina web onde aparece publicada a programación por días do Festival



mércores, 8 de outubro de 2014

El poder de la resistencia feminista


Asociaciones civiles lideran en Marruecos la defensa de los derechos de la mujer
La llegada al poder de los islamistas obstaculiza su lucha

Cubierta de los pies a la cabeza, la única parte visible del cuerpo de Saadia, además de las manos, es el óvalo de la cara que deja al descubierto un hijab marrón. Durante 17 años de matrimonio, solo recibió de su marido, impotente, maltrato físico y psicológico. "Era su manera de aliviar su frustración", explica la mujer. Acudió varias veces a la policía, pero siempre en vano. Una noche, él le mordió tan fuerte en la pierna que tuvo que ser atendida de urgencia en el hospital. Tras ese enésimo episodio de violencia, Saadia decidió acudir en busca de ayuda a la Asociación Democrática de las Mujeres de Marruecos (ADFM), una organización dedicada desde 1985 a luchar por los derechos de la mujer en Marruecos, la igualdad de género ante la ley y contra los abusos de todo tipo hacia el sexo femenino.
En Marruecos no existen centros públicos para mujeres maltratadas. Las víctimas de la violencia de género se ven abocadas a un doble calvario: el del hogar, provocado por el agresor, y el de la soledad, más cruel si cabe, porque destruye cualquier esperanza de salir del infierno y sumerge a la mujer en una profunda depresión. "Un día estaba mirando la televisión y vi que entrevistaban a una mujer que hablaba de un lugar para maltratadas. No lo pensé y fui".
El que alberga la ADFM, llamado Nejma, es uno de los pocos centros de estas características que hay en el país, y funciona con ayudas privadas. En él, las víctimas de violencia de género encuentran apoyo moral y asesoramiento jurídico para llevar adelante una demanda de divorcio, que suele convertirse en un peregrinaje burocrático eterno y lleno de atropellos. "Otra forma de violencia", lamenta Saadia. Con la ayuda de la ADFM, denunció a su marido y le llevó a los tribunales. Sin embargo, "durante la vista el juez le comunicó que si negaba los hechos sobre el Corán, dado que yo no había podido llevar testigos, quedaría libre de toda acusación", cuenta esta víctima. Y libre quedó. "Él negó los hechos, aseguró que siempre me había pasado la pensión y que jamás me había pegado". Desde 2009, la asociación lucha para que se haga justicia y Saadia vea compensado el daño físico y moral causado, que en su caso se ha visto agravado al no haber podido ser madre debido a la incapacidad sexual de su maltratador.
Fouzia Yassine es coordinadora del Nejma y una de las máximas responsables de la ADFM. "Las asociaciones civiles somos las únicas que hemos luchado para cambiar el Código del Estatuto de la Familia, redactado por primera vez en 1957 e inspirado en la Sharia", recalca. El Código del Estatuto de la Familia es un conjunto de artículos que regula la vida privada de los marroquíes y establece cómo deben desarrollarse las relaciones conyugales, el rol que debe desempeñar la mujer en la familia y en la sociedad, sus derechos y deberes como madre y esposa, las condiciones para la poligamia, los matrimonios con menores o el repudio de la mujer.
"En su redactado inicial y hasta la primera reforma, que llegó en los noventa, mantenía a la mujer bajo de la tutela de un hombre, permitía la poligamia sin informar previamente a la esposa del deseo del varón de contraer un nuevo matrimonio y consentía el acto de repudio sin justificación", explica Fouzia, y añade: "En lo que no se ha avanzado en absoluto es en la cuestión de la herencia, puesto que las mujeres marroquíes seguimos heredado —tal como establece el Corán— la mitad que los hombres".
Asociaciones como ADFM llevan años liderando la batalla de la sociedad civil para cambiar algunos artículos de este código, que perpetúan la discriminación contra la mujer. La primera reforma importante se alcanzó en 1993 y gracias a ella las mujeres pueden moverse libremente, sin el permiso o la compañía de un hombre. También tienen derecho a solicitar el divorcio sin tener que ofrecer explicaciones al juez.
Los avances en los derechos femeninos logrados en la historia reciente de Marruecos, desde finales del siglo pasado hasta hoy, convierten al país en una excepción en la región. Ningún otro estado musulmán del norte de África cuenta con un tejido asociativo dedicado a la defensa de la mujer tan activo y eficaz. Junto con la ADFM, la Unión de la Acción Femenina (UAF) y la Liga Democrática por los Derechos de las Mujeres (LDDF) actúan de manera coordinada para presentar propuestas en el Parlamento y sus demandas son escuchadas por el Rey, Mohamed VI. Sin embargo, pese a los avances, la igualdad de hecho entre el hombre y la mujer que recoge la nueva Constitución marroquí no es efectiva en la vida real. "Éste es nuestro gran caballo de batalla: conseguir que los jueces apliquen la nueva legislación", asevera.
Hanane, quien durante el relato de Saadia ha asentido en numerosas ocasiones identificando su padecimiento como propio, denunció a su marido tras expulsarla de casa con sus cuatro hijos, uno de ellos discapacitado, y privarla de alimento. Tras un largo periplo, logró sentar a su marido en el banquillo, pero, de nuevo, el juez ofreció al hombre jurar ante el Corán la veracidad de su testimonio. "Él lo negó todo y se fue del juzgado tal como había llegado”", cuenta esta mujer, sin empleo y a cargo de los menores.
"Exigimos que deje de utilizarse esta práctica en los tribunales, que apela a la conciencia y a la moral del sujeto, y nada tiene que ver con la justicia", arguye la líder feminista. No fue hasta la siguiente citación judicial, tras más palizas y más denuncias, cuando pudo demostrar los abusos que había sufrido. En estos momentos, Hanane destina todos sus esfuerzos a luchar por una pensión que le permita sobrevivir a ella y a sus hijos.
"La legislación marroquí ha avanzado mucho hacia la igualdad y la protección de la mujer, pero la equidad efectiva no existe. Tanto el código penal como el código civil y el de trabajo son discriminatorios", puntualiza. Y recuerda que, hace tan solo unos años, la presión ejercida por la asociación, sindicatos y algunas oenegés logró que se tipificara como delito grave el acoso sexual en el entorno laboral, tras las denuncias presentadas por las trabajadoras del sector textil, sometidas a constantes abusos.
 "La Constitución habla de igualdad entre hombres y mujeres, contempla mecanismos a favor de la paridad y la lucha contra la discriminación, pero el Gobierno (islamista) de Abdelilah Benkirane no hace nada para armonizar las leyes y la legislación con la Constitución. La Constitución en este aspecto es papel mojado. Cuando el Gobierno aprueba reformas, son muy pequeñas e incompletas", lamenta.
A principios del año 2011, Marruecos vivió su Primavera Árabe. El Movimiento 20 de febrero protagonizó durante meses numerosas protestas en las que se puso de manifiesto el rechazo de una parte muy importante de la población al déficit democrático del sistema político marroquí. Esas manifestaciones, sin embargo, calentaron los ánimos y movilizaron a los sectores sociales contrarios y opuestos a sus demandas. Ello propició que a finales de 2011, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), de corte islamista, alcanzara el poder por primera vez en la historia del país. Un cambio de Gobierno que ha tenido consecuencias evidentes en el trato y consideración de la mujer marroquí.
Actualmente, asociaciones feministas de todo el país trabajan conjuntamente para impulsar una reforma "completa y radical" del código penal en los aspectos referidos a la mujer, a la familia y a su rol en la sociedad. Actualmente, una mujer que tiene sexo fuera del matrimonio puede ir a la cárcel por adúltera, y su marido puede repudiarla. Una mujer soltera tampoco puede tener relaciones antes del matrimonio, ni puede alojarse en un hotel sola. La ley prohíbe cualquier relación sexual fuera del matrimonio y considera la homosexualidad un delito.
Según Fouzia, "esta situación ha empeorado con la llegada del PJD al poder. Ahora, hay más vigilancia, más control hacia las mujeres. Poco a poco, las cosas están cambiando. En Marrakesh, por ejemplo, se ha creado una brigada anti vicio destinada a vigilar a las mujeres y a las niñas en los espacios públicos: su vestimenta, sus movimientos, si van acompañadas... El Gobierno actual está bloqueando todas las reformas y esto es muy peligroso. No es exagerado afirmar que en cinco años Marruecos puede ser Irán. Se están produciendo cambios sutiles en la sociedad que llevan a una mayor discriminación".
Sentada en una céntrica cafetería de Rabat, la conocida militante feminista Fatima El Maghnaoui, fundadora de la Unión por la Acción Femenina (UAF) en 1983, disecciona la situación de la mujer marroquí actual. "En una sociedad patriarcal y machista como la marroquí, las mujeres sufrimos una doble discriminación en el ámbito familiar, que posteriormente continúa en el ámbito público con vejaciones en el terreno político, jurídico, económico y social".
Fundadora del primer diario femenino del país, 8 Mars, considera que el mayor problema al que se enfrenta Marruecos en la actualidad es la elevada tasa de analfabetismo. "La ley dice que la educación es obligatoria para todos los niños y niñas, pero la pobreza que golpea gran parte del territorio impide su escolarización. Los niños trabajan para ayudar a sus familias. ¿Cómo una sociedad puede preocuparse por la discriminación que sufren las mujeres, si está ocupada en poder comer todos los días?", se pregunta.
Las estadísticas arrojan que más del 40% de las mujeres marroquíes mayores de 15 años no sabe leer ni escribir. En las zonas rurales, la tasa supera el 50%. Igual que Fouzia, denuncia el empeoramiento de la situación de la mujer tras la llegada de los islamistas al poder. Un ejemplo de este deterioro, señala, es el incremento de los matrimonios con menores. En 2013, 35.152 menores contrajeron matrimonio en Marruecos, según datos aportados por la ADFM.
"El analfabetismo es también una forma de violencia. Pese a los esfuerzos que el Estado reconoce hacer, se avanza muy lentamente. Las leyes pueden cambiar, pero el cambio más difícil debe producirse en la mentalidad de las personas, y sin educación, el progreso es imposible", sentencia.